La institucionalidad cultural es más un cuerpo social que la autoridad de ciertos espacios


 

Esto es un intercambio entre Esteban Mora y yo.

 

  # Hace unos días llegó una notificación al teléfono: se había hecho un reguero en la sala mientras nos estripábamos espinillas ya vacías. El mensaje era claro y directo ¿Qué van a hacer con ese caquero? - Pocos organismos son tan parasitarios como esxs artistas que, presumiendo no serlo, dicen que no les interesa hacer arte, que prefieren organizar eventos alternativos para hacer que se hace algo ''diferente'': como cocinar, tomar, cantar o comprar ropa de segunda, yo que sé, una presunción supuestamente rupturista que aburre. ''La nada coagulada'' (Artaud 13). De hecho, pareciera que, cuando todo puede ser arte, la tendencia es rehuír de la producción artística, de ''la vida mental exterior'' y escabullirse en algo supuestamente más verdadero, real, anticapitalista y rebelde (18). Inconsciencia que connota lo limitado y rígido de una noción cobarde del arte. Basura-basura diría Esteban Mora. - A las 6 de la mañana en el centro de Chepe, un barrendero recoge la exquisita representación de un pollo frito hecha de diamantes y, aunque nunca ha visto una piedra preciosa, enseguida se percata de que no es basura. A él no lo engañan, conoce bien la basura, incluso podría catalogarla por tipos según la zona geográfica. Sabe entonces que no es un desecho involuntario, reconoce en su forma una pretensión -tal vez la de reproducir el comportamiento de la basura o el de una obra de arte, o cualquier otra-. No se detiene, la toma como reliquia e inicia la postproducción de la realidad mediante ritos que llama desvíos; gana el premio Bancarte 2022.


Artaud, Antonin. El teatro de la crueldad: ciencia, poesía y metafísica. Madrid: La pajarita de papel, 2019. Impreso.


Primero por la negativa: ¿Cual otro artista dice que no hace arte? ¿El circuito artìstico està hecho de artistas que presumen de no ser artistas? ¿Donde y quienes? Lo interesante es que a mì me critican por dos cosas opuestas al mismo tiempo: por no querer ser artista, y por serlo; por decir que no hago arte, y por hacer arte. Los miembros del circuito artìstico, de los cuales ninguno que yo sepa dicen no tener pretensiòn de artista, me toman como un paria (desde pàginas de memes contra artistas de Hatillo, hasta comentarios de connotados artistas sobre la geografìa, lo cual, curiosamente, este texto reproduce); y ahora los que critican al circuito artìstico tambièn. No creo que el circuito artìstico estè hecho de artistas que no quieren ser artistas: creo que quieren serlo, y que reproducen los motivos de lo que se supone hacen los artistas, y se vanaglorian de ser artistas, y vomitan en los rostros de todos los que hablan mal de arte (incluido mi rostro). Pero ahora resulta que esas instituciones no me vomitan, y soy vomitado por los dos flancos, tanto por las instituciones como esta postura de pseudo-crìticidad. Mis obras no circulan en editoriales, ni en festivales de cine, ni en exposiciones de instituciones, no recibo becas ni residencias, ni financiamiento ni salario de nadie ligado a nada artìstico, pero ahora resulta que el circuito artìstico de toda una naciòn gira alrededor de mi estupidez anti-estètica. Esta es una gran desubicaciòn moralina, y demuestra el conservadurismo mismo de cierta anti-institucionalidad. El que yo señale tanto el conservadurismo de las instituciones, como el conservadurismo de esta otra pose, es la explicaciòn misma (si fueran necesarias) de porquè mi estètica es atacada por ambos flancos. Me temo que es esta crìtica la que confluye con el arte conservador y el circle jerk pipi que tiene encerradas las instituciones del paìs. Pero en el texto no aparece crìtica alguna a esos artistas e instituciones, al contrario, se suma a ellos de modo idèntico. ¿Quién teme a un artista que está afuera de la institucionalidad, y que critica con su trabajo al conservadurismo? ¿Y  en funciòn de quién hacer una crìtica como èsta, precisamente en consonancia con la institucionalidad misma que dice estar criticando?

Ahora por la positiva: es una vomitada hermosa. La heterodoxia de la heterodoxia claramente no tiene cabida en este paìs. El conservadurismo està tan engranado en todas las facetas del paìs, que incluso los sectores crìticos de la institucionalidad y que trabajan por fuera de ella, no toleran nada que se salga del molde de la anti-institucionalidad. La heterodoxia de la heterodoxia es entonces una imposibilidad, y està destinada al fracaso. Yo tengo la misma opiniòn sobre el circuito artìstico, y todo lo que hago es en funciòn de criticar ese conservadurismo. Lo interesante es que no se me vea como un aliado cuando menos, sino como la epìtome de ese circuito, cuando me han echado de editoriales, de festivales, de exposiciones, de museos, etc, pero ahora resulta que soy todo ello y aùn màs. Yo no dejaré de insistir en apoyar este tipo de posiciones, por màs que estèn dirigidas hacia mi trabajo, de hecho, incluso, prefiero que sea en contra de mi trabajo, porque revela mucho màs la grasa del pollo que todas las palmadas en la espalda. Entonces le agradezco. Yo soy un catador de pollo frito. Serè el primero en admitirlo. No espero que el tiempo tenga contemplaciòn conmigo ni mi trabajo. Es màs: advierto a quien sea que no crean en lo que hago, y que el ruido o el ambient se van a poner tan viejos y obsoletos como mi blog de Modelo 24/7 o como mis textos o videos. No hay escapatoria. No hay forma de escapar a la cooptaciòn. Lo mismo le dije al periodista de Bandcamp cuando vino a entrevistarme por mi mùsica ambient: "hay que buscar lo siguiente despuès del ambient, precisamente por esta entrevista que està hacièndome. Soy perfectamente consciente de que esta entrevista significa la muerte de la vara." Y asì con todo. Nada rompe con nada, todo gesto ruptural es cooptado y muere. Ante la cooptaciòn de mi trabajo entero, ahora estoy tratando otra escapatoria: dejar de producir. Irme por la sombra. Y aun ese silencio es un clichè (desde Sòcrates hasta Juan Rulfo, blablabla). No queda de otra màs que seguir dàndole vuelta al torniquete.

Escribí esto hace unas horas. Ahora estoy releyendome a mí mismo. Veo en mí un intento de defenderme o aclarar cosas que es estúpido e innecesario. Zúñiga tergiversa la situación concreta: mi estética no es la estética dominante de ningún circuito artístico; mi trabajo no circula ni tiene el apoyo de ninguna institución; etc. Zúñiga critica algo que no tiene frente a las narices, y confunde a artistas y sectores que son víctimas, como si fueran ellos los victimarios o los parásitos de la industria cultural. En esto es una crítica reaccionaria y conservadora. Pero ¡qué hermoso que así sea! ¡No quiero detener este error, quiero ser enterrado por estas toneladas de pifias! ¿Hago arte?: sí. ¿Eso que hago es arte?: no. Inconsistencia lógica y moral. El ejercicio del arte ha llegado a ser tan presuntuoso, que da vergüenza admitir lo que a todas luces estoy haciendo por más que no quiera decirlo; eso y ninguna otra cosa es que lo que quiere decir el admitir que 'no hago arte'. ¿Se entiende que es así? ¿Debo aclararlo y defenderlo? No es mi estética. Estoy harto del mismo circuito del que está harto Zúñiga, que es precisamente el que exige a los artistas tener un 'ride estético' consistente, y no solo consistente, sino para toda la vida: algo así como un compromiso del cual no puedo escapar; mi 'ride' artístico debe ser mi vida (yo elegí un ride estética una vez, estando de pie en la fila del Más x Menos: decidí modelar de manera permanente y sin pausas hasta morir). Pero al parecer él no está de acuerdo con la forma en que demuestro mi desprecio ante esa condición del arte. Al contrario: incluso dice que soy parte de esa condición del arte que yo mismo detesto. ¿Debo intentar que no sea así? ¿Debo direccionar esto que va a la deriva? ¡No! En la crítica de Zúñiga veo algo hermoso: la oportunidad de no tener que aclarar ni defender; al contrario: la voluntad de fomentar este devenir de espaldas. El otro día le decía esto a un pintor: "Me gustan más las reacciones negativas contra mi trabajo, que las positivas (...) Prefiero jugar de visita, con la audiencia en contra" Hoy puedo decir que solo la gente que odia lo que hago, y no la gente que le gusta, ve realmente lo que ese trabajo es. Kamikaze trivialista. Pirronista.


Provocad que la anatomía humana baile por fin,

de arriba hacia abajo

y de abajo hacia arriba,

de atrás hacia delante

y de delante hacia atrás,

pero mucho más de atrás hacia atrás,

que de atrás hacia adelante,

y el inconveniente de la descomposición

de los alimentos

ya no tendría que solucionarse,

porque ni siquiera

llegará a plantearse.

(Artaud 17)


Se descubre que aquí no se ha criticado con malas intenciones a nadie en específico, todo lo contrario, se les ha promovido facilitando parte del material que buscan. El texto ''Divagaciones sobre nada: Las ganas de no hacer arte y la terrible necedad de seguir siendo artista'' es un rechazo motivacional hacia cierta actitud de presentar arte como anti-arte para embarrialar la galería. Rechazo porque toda retórica es ya un cliché, en este caso la del artista maldito que está y no está y no sabe qué hacer pero hace. Y motivacional para que no se detengan, aquí no ha sucedido nada y nada está por verse. Sólo falta un suicidio; todo lo que busca el público espectante en un espacio como Subsuelo. Por otro lado, en su texto ''Interlocuciones Públicas'', Esteban Mora deja claro que sí hace arte y que tiene una estética que denomina Basura poser. ¿Podemos lxs artistas escapar de nuestra representación? ¿Vale la pena hacerse esta pregunta? Y si escapáramos ¿Qué hacer entonces? Pablo Cianca dice en su perfil de Instagram que no le interesa hacer arte pero sí armar karaokes ¿A qué se refiere? ¿Cuál es su intención? ¿Qué lo motiva a presentarse así? Da la impresión de que compartir afectivamente con personas que se aprecia o desprecia es hacer arte, o tal vez sea una fiesta disfrazada de arte, o arte disfrazado de fiesta, o nada consciente. Un personaje de Virginia Woolf dice que... (tengo que buscar la cita, pero es algo así como que el party revela todo tan falso como verdadero al mismo tiempo) Ahora bien, lo que Cianca expuso en ''Jóvenes Liberales'' podría ser el reverso de esta situación: ¿Cómo hacer un gran video de karaoke?

Tercerización: Esteban tiene más razón que Zúñiga, win del fail. ''Zúñiga critica algo que no tiene frente a las narices, y confunde a artistas y sectores que son víctimas, como si fueran ellos los victimarios o los parásitos de la industria cultural.'' Para reconducir esta discusión y llegar al meollo del asunto, dichas tergiversaciones deben ser tratadas. Ya Esteban ha dejado claro su punto: ''El ejercicio del arte ha llegado a ser tan presuntuoso que da vergüenza admitir lo que a todas luces estoy haciendo por más que no quiera decirlo; eso y ninguna otra cosa es lo que quiere decir el admitir [asegurar] que 'no hago arte'.'' No obstante, queda la duda de si esto es o no más presuntuoso, pero a nadie le importa realmente. Mientras Mora no hace arte I wanna be artista de mal gusto poser.


Woolf, Virgina. La señora Dalloway recibe. Barcelona: Editorial Lumen, 1974. Impreso.

Yo nunca dije que era anti-arte y en mi blog ya he escrito miles de veces en contra de esa iconoclasia que usted ahora me adjudica. Mi forma de anti-arte no es iconoclasia barata romantica, sino que es mucho màs mediocre y modesta: convertir mi brete precisamente en lo que detesto del arte, un anti-arte que para ser anti-arte se vuelve arte, y no su negaciòn, ¿ya se entiende? Esta sutileza le pasa desapercibida, evidentemente. Si uno analiza por relaciones de producciòn y reproducciòn, o por cosas concretas como los espacios por donde circulan las obras, sus financiamientos, sus audiencias o sus temas, etc, si se hiciera un anàlisis medianamente mediocre y concreto, uno llegarìa a la conclusiòn de que no formo parte de ninguna instituciòn, de que nunca he formado parte de ninguna ni recibido apoyo de ninguna de ellas, incluso las más "informales", que mi brete no circula por ninguna industria cultural ni medio masivo, etc, que son quienes deberìamos estar criticando y apuntando nuestros dardos, en lugar de estarnos comiendo nosotros mismos las boronas y sobros. Por eso es una crìtica reaccionaria y conservadora: no se mete contra la institucionalidad, la esconde y le da aire màs bien, es decir, le sirve de apoyo o 'pata izquierda', y encima de eso, a quien dirige sus armas es a quienes son vìctimas de esa institucionalidad. Esto màs el hecho de que he escrito miles de veces contra esa iconoclasia misma de la que habla, y de que en ningùn momento se està planteando iconoclasia alguna, demuestra que todo el ejercicio es humo. Pero es un humo muy bueno, porque es una discusiòn necesaria y estúpida al mismo tiempo. Yo considero su motivación muy interesante y necesaria, sin lavada de huevos ni nada, entonces lo invito a los fresquitos y que conspiremos contra la industria cultural real, no contra la venta de humo imaginaria, etc. Serìa genial apuntar juntos, y creo que el solo hecho de estar escribiendo este mamotreto juntos es el mejor ejercicio para ello. Oiga el audio que le mandè y nos tomamos unas aguas frescas. 

PD: la parte de Artaud me gusta mucho.


Jaja, ''de atrás hacia atrás'' ufff!!!

Muy de acuerdo, hay cosas que no entiendo de sus textos (tal vez por bruto o porque ud hace mucho enredo o simplemente porque no sigo todo su pensamiento), por lo que le agradezco las correcciones. Yo fui el que dijo que era anti-arte, ahora lo veo como no/arte. - Mi intención es corregir las falencias que usted señala para afinar y potenciar la crítica. Voy a trazar una línea imaginaria más arriba, creo que debemos de decidir cómo implementar los cambios. Tal vez podría desarrollarse lo del paracitismo y lxs relacionistas públicos como una cuestión de la institucionalidad y la parafernalia gremial; esa siempre ha sido mi intención, pero no ha quedado claro. Ciertamente hay un ligero desvío, pero tampoco diría que lxs artistas no tenemos nada que ver en el mal funcionamiento de las instituciones. (Eventualmente voy a borrar este párrafo).

Hermoso.

De su texto me gusta que tiene ironía y simbolismo. Es como bien anticuado pero, en el contexto contemporáneo, ese desfase temporal lo hace raro. En los memes está pasando algo similar: menos deadpan, más textuales y menos visuales, más sobre posiciones y militancias que sobre neutralidad, etc.

Tratado o poema
sobre la decadencia: todas las caídas siguen pasando, y todas son como una sola gran caída vertiginosa e indetenible.

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